Es necesario hacer un reconocimiento especial a los trabajadores/as que participaron en el movimiento y a las comunidades de todos los sectores que a fuerza de persistencia, compromiso y dedicación hicieron posible este acuerdo.
Por otro lado, es menester, hacer alusión a la disposición final de las empresas en el marco del proceso de concertación para lograr el establecimiento de este acuerdo tan importante para los trabajadores/as y por su puesto para las operaciones de esas petroleras y las comunidades.
Igualmente resaltar el papel de los garantes que acompañaron el proceso desde el gobierno nacional, la gobernación de Casanare, las corporaciones públicas de la región especialmente el concejo municipal de Tauramena.
Terminada la mesa laboral queda pendiente la definición de fecha para iniciar la discusión de garantías para los trabajadores/as en la mesa de derechos humanos e iniciar las discusiones sectorizadas en temas de inversión social, bienes y servicios y medio ambiente.
Queda la gran responsabilidad de los trabajadores/as y de la USO para hacer seguimiento al cumplimiento de los acuerdos y la disposición de las empresas para impulsar su cumplimiento y fortalecer los procesos de diálogo y concertación con los trabajadores/as y la organización sindical tal como se ha acordado en el acta de garantías.
Sin lugar a dudas la construcción de confianza será uno de los mayores retos de las partes. Con el proceso de 2010 se abre la posibilidad de interlocución, el cual pensábamos era el punto de partida en ese sentido, pero infortunadamente no todas las empresas contratistas y subcontratistas se comprometieron en esa dirección y faltó de las operadoras mayor comprensión del significado del proceso de Tauramena quienes en idéntico sentido que en 2010 no evaluaron sociológicamente su valor y significado en los obreros e intentaron mantener a los trabajadores/as alejados unos de otros y fragmentar las negociaciones.
Hoy este proceso puede ser la oportunidad para revitalizar no solo el proceso de diálogo, sino generar confianza, la cual se logrará no solo con la apertura mejores y apropiados conductos de dialogo, sino en el interés y disposición de hacerle honor a los acuerdos, sin manejos subrepticios o interpretaciones inapropiadas.
La Unión Sindical Obrera una vez más ha dado ejemplo de diálogo y concertación en defensa de los derechos e intereses de los trabajadores/as. Esperamos el acuerdo ofrezca satisfacción a las partes y sigamos fortaleciendo la unidad de los trabajadores/as. Ese es el reto.
La prevención de muchas empresas del sector que todavía siguen ofreciendo resistencia a interlocutor con la USO como ocurre en el Puerto Gaitán y en UPIA, es una equivocación desmedida y una actuación con un egoísmo sin par. Desconocen ellas principios fundamentales constitucionales amparados por el gobierno y autoridades locales e incluso eclesiásticas, para seguir imponiendo arbitrariamente la política laboral a su antojo y necesidades.
La USO ante todo propende por el dialogo, pero no renuncia ahora ni en el futuro a la lucha de los obreros por alcanzar sus reivindicaciones. Renunciar a las posibilidades y derecho a la protesta es claudicar a su ser, a su objeto y a su postura política e ideológica. Si las empresas no abren los espacios de dialogo y ofrece su disposición a mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores/as, no nos queda alternativa diferente que ampararnos en nuestro derecho a la protesta social y nuestra historia limpia y decidida para reivindicarlos.
22 de septiembre de 2012
LA USO 89 AÑOS DE EXISTENCIA Y DE LUCHA SOSTENIDA POR LA DEFENSA DE LOS TRABAJADORES
POR LA DIGNIDAD Y EN BIEN DE TODOS Y TODAS…UNIDAD Y ORGANIZACIÓN